Dicen que hay libros que no entenderemos hasta que no peinemos canas. En ocasiones, hay películas que vistas de nuevo mucho tiempo después las sentimos de otra manera, y puede que incluso nos llenen más.
A mí me ha sucedido, que algo muy-muy bueno surgido de eso mismo, repetir, me deja con la boca abierta y casi sin respiración pues necesito de unos minutos para volver a ser yo por todo lo bueno que ha pasado ante mis pupilas, por lo mucho que ha disparado mis sentidos.
Pienso que tal vez, y de la misma manera hay relaciones que es imposible que (de momento) se puedan llevar a cabo. La falta de experiencia, de cabeza o sencillamente de edad impiden que conectemos con una persona… Es algo que también me está sucediendo esta temporada. Hay gente nueva de las creo que necesitaría una cierta distancia en el tiempo sabedor de que cuando las vuelva a probar me llenarán como el que más. Evidentemente existe el riesgo de que volver a cruzarnos.
De la misma manera, hay viejos conocidos que los miro de otra manera, mis pupilas y mi respiración me delatan. Mis sentidos se disparan…